lunes, 19 de agosto de 2013

La adoro

Adoro levantarme por la mañana y verla a mi lado. Adoro despertarla con un beso en ese moflete tan adorable que tiene, que abra los ojos y, ya recién despierta, me de los buenos días con una sonrisa. Adoro la cara de recién levantada que tiene, con esos ojos grandes mirándome, sonrientes y felices. Adoro como se me abraza y me dice "buenos días" e, inmediatamente después, me da un beso. Adoro acariciar su piel, tan suave, sobre todo cuando está mojada de la ducha. Adoro sus labios, y como buscan los míos a cada instante, necesitando darme cariño... La adoro a ella.

jueves, 15 de agosto de 2013

Juguetes

En el fondo hay cosas que nunca llegarás a decir y nunca confesarás por miedo. En realidad todos somos un poco cobardes cuando se trata de decir algo que nos importa demasiado. Las cosas que importan de verdad siempre se dicen con una mirada, un gesto, una sonrisa... Pero no vale la pena forzar las cosas, todo ocurre cuando menos te lo esperas, como por arte de magia, para bien o para mal. Te das cuenta de que nada depende de ti, que también depende de otros, eso hace que la vida sea tan curiosa. 

Las cosas no tienen valor por sí solas, serán importantes en la medida en que tú las valores, y si no sabes valorarlas y se escapan de tu vida... Ahí es cuando viene el problema, ¿verdad? Ahí es cuando nos damos cuenta de lo "tontos" que fuimos, ahí es cuando empezamos a valorar todo lo que tuvimos y no supimos disfrutar, pero es que quizás ya es demasiado tarde...

Igual deberíamos aprender a mirar delante de nuestras narices, a no tratar lo que nos rodea como meros juguetitos al servicio de nuestro antojo, y llorar por ellos cuando alguien coge ese juguete que a penas queríamos, que incluso llegamos a romperlo. No, ya es tarde para valorar todo eso que hemos perdido, ya es tarde para apreciar cada llamada de preocupación, cada gesto cariñoso, cada abrazo en los malos momentos, cada beso tanto en los buenos ratos como en los momentos tristes, y ya es tarde porque alguien se encargó de recoger ese juguete que estaba algo roto y se preocupó por arreglarlo, por apreciarlo y quererlo tal y como es.

Que uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde es una excusa muy barata y fea para no admitir que la mayoría son unos egoístas que aún les quedan años que madurar.

sábado, 10 de agosto de 2013

Hasta ahora..

Recuerdo que ella dijo "no quiero que salgas nunca de mi vida, podemos ser amigos". En ese momento pensé que en la vida podríamos serlo, porque el pasado que tenemos no nos lo permitiría. "No, nunca podré ser tu amigo" le dije... Ella lo interpretó como quiso, como cualquier persona lo haría en verdad, se puso triste y se marchó. Desapareció durante meses. Me quedé tan sólo que decidí empezar a fumar. Recuerdo las charlas detrás del edificio de mi facultad con un amigo... Yo nunca había fumado en serio, así que me ahogaba con el humo, pero ya me había estado ahogando desde el momento en el que ella se volvió tan fría, así que no importaba. Todo siguió tan normal hasta que ella reapareció, como si nada, volviendo a reír por alguna tontería que otra, volviendo a molestarse cuando no estaba lo serio que ella quería. Pasar página cuesta más de lo que uno piensa, y es obvio que yo aún tengo algún pasito pequeño que dar, pero bueno, sé que en algún momento todo esto dejará de tener sentido y que, cuando mire sus fotos, sólo recordaré su mirada inocente, y no lo que me perdía que me mirara así. 

Supongo que no hay mucho más, de momento sigo adelante con mi vida porque sé que, aunque me cueste olvidarme aún de ciertos detalles, ahora mismo estoy con una persona increíble. Me da pena que haya sido ahora y no antes, o después quizás, que estuviera un poco mejor, pero igual la parte clave de esta historia es lo que ella me está ayudando con todo esto, lo que hace por entenderme, por alegrarme, y, sin darse cuenta, por hacer que todo lo anterior desaparezca de mi cabeza y sea apartado en mi mente por algo mil veces mejor, haciendo que todo lo malo quede aislado en un rinconcito. Un rinconcito lo suficientemente grande como para que esos recuerdos no caigan en el olvido y me recuerden quién y qué soy.

martes, 6 de agosto de 2013

Vueltas

La vida da muchas vueltas, quién podría negarlo... Algunas veces aquello que no hemos sabido valorar y perdemos de repente cobra un significado nuevo, y aprendemos a amarlo, aunque ya sea demasiado tarde. Otras veces sobreestimamos algo que nos parece idílico, pero acabamos dándonos cuenta con el tiempo de que no era tan perfecto, o igual nos vamos dando cuenta mientras lo tenemos presente, pero nos lo negamos a nosotros mismos. En cierto modo siento pena, ahora que mi ex me ha pedido volver... Ahora, qué gracia... Y siento pena porque no deja de parecerme gracioso como cuando estuvimos juntos ella tuvo hacia mí esa indiferencia, pese a que ella dijera que nunca le habían dado tanto cariño y demás, y cómo ahora que no lo tiene lo necesita.

Por suerte mientras ella hacía esa reflexión a mi la vida me deparaba otras cosas, y repito, por suerte, porque sino probablemente habría caído en la trampa... Pero apareció ella, y es increíble como en tan poco tiempo le he cogido tanto cariño, cómo en poco menos de dos meses se ha convertido en alguien tan importante, alguien que me aporta tanto que poco a poco empiezo a dejar de imaginar una vida sin ella. Cada mensaje traicionero en la pizarra de mi cocina al marcharse, cada cara inocente cuando se vuelve juguetona, cada sonrisa, cada caricia, cada beso... Es simplemente increíble. No me atrevo a aventurar nada, pero ojalá que todo siga así.