miércoles, 26 de junio de 2013

Mi "miniyo"

A veces no hay próxima vez, a veces no hay segundas oportunidades, a veces es ahora o nunca... Y podríamos decir que para mí es un nunca. Simplemente me cansé de esperar algo de alguien que sólo buscaba una pared sólida en la que apoyarse sin pretender dar nada a cambio, y eso desgasta mucho. Pero entonces encuentras algo que sí merece la pena, lo recibes con miedo porque no quieres volver a pasarlo igual de mal, pero vas descubriendo poco a poco que las cosas no tienen que ser como han sido hasta ahora, que hay nuevas puertas, nuevas ventanas, hacia un mundo con un punto de vista muy diferente, más humano y menos egocéntrico, en el que esa persona se preocupa por ti tanto como tú por ella, en el que esa persona se apoya en ti sin dejar de dar a cambio continuamente. Y eso, al menos a mí, me hace muy feliz.

Igual a veces deberíamos ser un poco más exquisitos al escoger alguien con quien compartir nuestra vida, pensar seriamente si esa persona es la adecuada... El problema es hacerlo, que tu "miniyo" interior te lo grite y tú no lo ignores, como por desgracia me ha pasado tantísimas veces... Pero es que esta vez pinta todo tan diferente, todo tan inocente y sincero que no tengo una vocecilla interior que me diga "pero es que...". Al revés, soy yo en mi propia conciencia el que intento ponerme excusas por miedo a volver a lanzarme tan rápido al abismo, y es esta vez mi yo interior el que me grita que me lance, que merecerá la pena... Igual va siendo hora de escuchar a mi "miniyo"...

miércoles, 19 de junio de 2013

Palabras

Hay veces que las palabras se las lleva el viento... Promesas que se hacen con una sonrisa forzada, que quizás te hacen sentir mejor, pero que nunca se cumplen... Ese "no quiero perder el contacto contigo, no me gustaría dejar saber de ti"... Quizás sea mejor así, remover el pasado puede doler mucho, más aún cuando pretendiste dejar esa puerta abierta, quizás más como una ventana, pequeña y distante, pero que generaba un aire desagradable y decidiste cerrarla... Descubres que era un callejón sin salida, que lo que un día pareció ser un camino paralelo al tuyo de pronto se torció hacia una dirección que no te gustaba y decides abandonarlo. 

Con el tiempo esas heridas que dejan cicatriz se convierten en anécdotas que te hacen sonreír. Los malos recuerdos pasan a un segundo plano y sólo están las cosas buenas, los buenos momentos, las sonrisas. Espero que así sea al menos para los dos, que esto sólo sea un bonito recuerdo, que la tristeza, la rabia, el enfado con uno mismo por los errores cometidos pasen a la experiencia, a los recuerdos que mantenemos para alentarnos a ser mejores personas y dejen paso a las cosas buenas que se vivieron, los momentos especiales. Y no por nada, sino porque conforme avance la vida llegarán más personas que generarán nuevos buenos momentos, que quizás nunca puedan sustituir a los antiguos, pero que pueden ser incluso mejores. 

Como dijo Shakespeare "Después de un tiempo aprenderás que el sol quema si te expones demasiado. Aceptarás incluso que las personas buenas podrían herirte alguna vez, y necesitarás perdonarlas. Aprenderás que hablar puede aliviar los dolores del alma... Descubrirás que lleva años construir confianza y a penas unos segundos destruirla, y que tu también podrás hacer cosas de las que te arrepentirás el resto de tu vida..."

Igual todo esto no son más que palabras sin sentido que busca reconfortarme, pensar que no todo tiene por qué acabar mal, que puede haber un final alternativo que aún está a tiempo de suceder... Mi final perfecto sería que todos los enfados desaparecieran y que se convirtiera en un recuerdo nostálgico de algo que intentamos pero que no estábamos ni estaremos preparados para tener, algo de lo que aprendimos y que, mientras duró, mereció la pena. Pero quizás no sean más que palabras vacías.

martes, 18 de junio de 2013

Gracias

Esa alegría que desprende, esa sonrisa, ese cariño que irradia a todas horas, esos rizos pelirrojos con los que pasaría horas entrelazando mis dedos, esa atención y esa empatía que demuestra en cada momento, esa capacidad para hablar de cualquier tema y escuchar cualquier cosa, ese afán por intentar entenderme, ayudarme y apoyarme, esos labios tan pequeñitos y suaves, esos besos tan cariñosos, esas caricias constantes, esos abrazos traicioneros por la espalda, esa voz tan tierna, esa mirada inocente que me embelesa... Cualquiera en su sano juicio se volvería loco por ella, pero se fijó en mí, y desde entonces cada día me levanto un poco mejor, cada día todo lo pasado se vuelve más claro y más lejano, menos doloroso, cada día le tengo más cariño, cada día me encanta más...Cada día soy más feliz.

sábado, 15 de junio de 2013

Cuando queremos algo

Siempre que esperamos que ciertas cosas lleguen acabamos recibiéndolas con miedo... Quizás debamos afrontarlo de otra manera, pero es la reacción más animal, involuntaria e irracional que nos sale de dentro. Situaciones que tememos volver a repetir, errores que no queremos rememorar, quizás miedo a perderse en recuerdos bonitos que acaben desvaneciéndose... No sé, igual no deberíamos darle tantas vueltas a las cosas, dejarnos guiar por lo que sentimos, pero... ¿Y si mi ser, que aún sigue herido, se lanza demasiado pronto sobre lo que parece ser la cura? No sé por qué tiendo tanto a autosabotearme, pero sé que aún no estoy preparado para ciertas cosas... Quizás mi preocupación viene en si esa persona sabrá esperarme, porque creo que ella merece la pena de verdad... Como siempre me dice un gran amigo, si esa persona es la adecuada sabrá esperar... Ojalá tenga razón.

Quizás solo me hace falta una prueba de que esa persona va a estar ahí de verdad, que no va a huir a la primera de cambio, que no se va a encerrar en su egoísmo, que va a saber anteponer el nosotros al yo... Pero es que eso, por desgracia, hoy en día parece que es mucho pedir. Algo me dice que puede salir bien, pero que hay que ir con delicadeza, no precipitar las cosas, poner un poco el freno de vez en cuando... Pero a la vez, algo me dice que darle tantas vueltas a un tema no es bueno, que acabamos desfigurando la realidad... Quién sabe, supongo que la vida se basa en ensayo-error, habrá cosas que salgan bien a la primera y cosas que, si es la persona correcta la que tenemos al lado y nos apoya, saldrán cuando tengan que salir, pero saldrán.

domingo, 9 de junio de 2013

Un nuevo comienzo

A veces tenemos miedo de darle nombre a cosas que sabemos que deseamos por dentro. Nos dejamos llevar por sensaciones, sentimientos, y buscamos la forma de negar esa realidad, pero no nos damos cuenta de que realmente esa realidad nos llena y nos hace felices. Quizás no queremos nombrar ciertas cosas porque es pronto para ello, quizás porque nos asusta, o quizás porque aún sangramos por viejas heridas, pero ¿y si esto es la venda que cierra esa herida? ¿y si, por miedo, rehusamos usar esa venda y no cerramos nunca la herida?

Igual el nombre es lo de menos, lo que importa es el hecho en sí, y si ese hecho es capaz de hacerte feliz, aférrate a él, porque quizás no tengas una segunda oportunidad...

sábado, 8 de junio de 2013

Quiero que sepas que...

...No quiero que este momento termine jamás... Y no lo dejaré ir

Amanece en la ciudad y sucedió...

Sentí que no quería volver a besar otros labios, que aquellos eran los besos que tanto tiempo he estado buscando, que aquella era la chica perfecta...