Se feliz

Muchos de nosotros solemos confundir recordar con echar de menos. Han pasado a penas dos meses y es obvio que sigo acordándome de muchas cosas... ¿Que si siento algo todavía? Sí, sigo sintiendo nostalgia, sigo sacando una sonrisa paradójicamente triste cada vez que pienso en ciertos momentos, pero es porque, como a cualquier ser humano, me apena haber perdido lo que un día fue fuente de felicidad, pero es que esos días son tan lejanos... Mucho más lejanos que dos meses. Por eso, aunque con una sonrisa algo melancólica, procuro acordarme de los buenos momentos con buen ánimo, porque fueron y se han ido, y no van a volver, y no porque no pudieran volver, sino porque después de muchas reflexiones decidí que no quiero que vuelvan. Sólo nos queda vivir día a día, ser felices con lo que nos ofrece la vida.

Últimamente la situación ha mejorado, en parte por mi ánimo y mi positivismo, pero sobre todo por los grandes amigos que me rodean, además, vuelvo a tener ilusión por ciertas cosas. Las cosas ya me han salido mal muchas veces, pero eso no significa que me vaya a rendir, como diría una buena amiga "soy un enamorado de la idea del amor". Lo peor es que hasta tiene razón. Igual es pronto, bueno igual no, realmente es pronto, pero cuando se conoce a una persona que te cautiva desde el principio es difícil no ilusionarse. Me gusta mucho una frase que me dijo un día otro buen amigo "nunca es pronto para encontrar a la persona adecuada, ni tarde, esa persona simplemente llega y, si merece la pena, entrará en tu vida, quieras o no, aunque sea demasiado pronto". A veces quiero pensar que tiene razón, aunque no puedo evitar sentirme mal por el hecho de sentirme tan bien tan pronto, pero qué queréis que os diga, no puedo evitarlo, la vida sigue, y si dejamos que todas las mierdas de este mundo nos hundan y nos condicionen no disfrutaremos de la vida. Aún es pronto y no quiero precipitarme, pero si encuentro a una chica que merece la pena, ¿voy a perdérmela solo porque es "algo pronto" cuando yo ya estoy bien? Aún con todo, esto no significa nada, quiero decir, esta historia tan sólo ha empezado, quién sabe cómo y cuando acabará, pero no voy a perdérmela sólo por lo que ciertas personas puedan decir o no.

A fin de cuentas, somos dueños de nuestros actos, nosotros decidimos lo que hacemos, y, bajo mi punto de vista, deberíamos hacer lo que nos haga felices, y si ser feliz te hace feliz, pues... Se feliz.

Hasta siempre

El tiempo nos agarra por la muñeca y nos dirige a su antojo, así que saca lo mejor de esto y no preguntes por qué, porque no es una pregunta que ha de responderse, sino una lección aprendida en el tiempo, así que toma las fotografías y enmárcalas en tu mente, cuélgalas en la estantería de los buenos recuerdos... Porque lo que merece la pena, lo merece todo el tiempo. 

Siempre hacia adelante

"Si no puedes volar corre, si no puedes correr camina, si no puedes caminar entonces arrástrate, pero hagas lo que hagas, sigue moviéndote hacia adelante"

Martin Luther King

Nunca dejes de intentar hacerlo bien, si fracasas que no sea porque no lo has intentado, pero si no lo intentas el fracaso lo eres tú...

Nuestra isla

Siempre he pensado que es bueno tener ese "algo" que actúe como tu isla desierta, ese aspecto de tu vida, ese amigo, esa novia, esa mascota que hace que te evadas de todos tus problemas, ese sitio al que vas para olvidarte de todo y ser feliz. Digo esto porque, a parte de que siempre es lo que he pensado, hoy me ha enternecido ver la imagen de un hombre de unos 40 años jugando con su perro, lanzándole un hueso de juguete y riendo al ver como el perro iba a recogerlo y se lo traía, y es que esas pequeñas cosas, esas charlas tomando un café con tus amigos antes de clases, esos momentos en el que hablas de cualquier cosa sin importar qué dirán porque sabes que son personas de confianza y que van a entenderte siempre... Esas cosas son las que de verdad merecen la pena de la vida.

Es bueno tener algo en lo que refugiarse del mundo, de todas las malas cosas que pueden pasarnos, tener ese lugar que sabes que, pase lo que pase, siempre tendrás ahí para olvidarte de todo y ser feliz durante un rato. Yo lo llamo mi isla... Mi isla es ese café a las cinco de la tarde con mis amigos, mi isla es ese cigarro detrás del edifico de mi facultad con uno de mis mejores amigos (aunque ya he dejado el tabaco xD), mi isla son esos paseos con mis amigos de toda la vida recordando viejos tiempos, mis isla son esas caminatas escuchando la música que me gusta y apartándome del ruido de este mundo de locos. 

Animo a todo aquel que aún no haya descubierto este aspecto de la vida a que lo encuentre, porque es, simplemente, maravilloso.

Rendidos en el camino

Dejadnos llorar, dejadnos ser. Dejadnos abrir nuestros corazones sin miedo alguno. Fe en nosotros mismos es todo lo que necesitamos para atravesar este puente en llamas antes de que sea demasiado tarde. El corazón revela lo que ocultan las sonrisas, los ojos tristes nos delatan, pero nadie se da cuenta... Lo que somos es el conjunto de miles de mentiras, lo que sabemos es prácticamente nada en absoluto, pero somos lo que somos hasta el día en que muramos, o hasta que nos flaqueen las fuerzas para seguir adelante. Nuestros hombros portan una carga abrumadora, pero aun así caminamos penosamente para seguir adelante. Nuestro color se fue, pero dejó un rastro, mientras ellos tratan de ennegrecer lo que un día fue nuestro honesto nombre. Pero, ¿cómo podemos discutir, dime, por encima de fuego y furia? ¿Cuantas veces podremos decir que no somos iguales? Nosotros miramos justo a través del pobre disfraz que no logra engañar al ojo avizor... Lo que somos es el conjunto de miles de mentiras, lo que sabemos es prácticamente nada en absoluto. Ya nos nos quedan fuerzas para seguir adelante...

Tenemos miedo

Así que nos refugiamos en la oscuridad, esperando encontrar el lugar al que pertenecemos

Aquí sigo

Es inevitable seguir echando de menos ciertas cosas. Estar en la playa, tumbado en la arena, que llegue el atardecer y pensar en que, quizás, ella podría haber estado ahí... Pero miras hacia atrás en ese mismo día, todas esas risas con amigos de toda la vida, esas cervezas a la hora de comer mientras charlamos y reímos como siempre hemos hecho... 

Los buenos recuerdos, la nostalgia y los "qué hubiera pasado si..." son imborrables... Quizás solo hasta que llegue esa persona que lo cambie todo de nuevo, de eso no hay duda. Supongo que a fin de cuentas todo se basa en vivir el día a día, no aferrarte a todo lo que ha pasado y pensar en todo lo que está pasando, muchas cosas merecen nuestra sonrisa en esta vida, pero pocas merecen nuestras lágrimas. El hecho de ponerse algo nostálgico no es malo, te ayuda a recordar que ese sentimiento está ahí, a no autoengañarte, porque si dejas ese sentimiento de lado nunca lograrás superarlo. 

Pero sobre todo, pensar siempre que siempre se sale del pozo, que esto no es más que una misión secundaria de ese juego cuya misión principal llaman vida, y que se trata de sobrevivir y aprovechar el tiempo que tengamos para ser felices.

Aquí termina

Y ahora estás en mi lista de promesas a olvidar... Todo arde si le aplicas la chispa adecuada...

Sólo cuando te llegue...

El final de nuestro momento de duelo no tiene una fecha determinada. Mucha gente ve mal eso de dejarlo con alguien y fijarte en otra persona pasado "equis" tiempo... No hace falta ni una semana ni tres meses, hace falta el tiempo que sea necesario, es decir, que no hay un momento apropiado a partir del cual esté bien visto que salgas con otra persona, sino que el momento apropiado es cuando esa persona llegue a tu vida, sea más tarde o más temprano.

A fin de cuentas, saldrás de tu agujero emocional cuando alguien te tienda la mano, y esa mano puede llegar en cualquier momento. Veo una estupidez decir "no, es que aún no ha pasado tiempo suficiente desde que lo dejé...", si esa es la persona adecuada para volver a empezar algo habrá pasado el tiempo suficiente, y si aún así necesitases más tiempo, si esa persona es la persona adecuada y correcta para ti sabrá esperarte un poco. 

No podemos medir el tiempo que hace falta para curar nuestras heridas, ni si quiera si llegaremos a cerrarlas y cicatrizarlas del todo. Sólo sabremos que estamos preparados para empezar de nuevo cuando llegue esa persona especial que revolucione tu mente de nuevo

En paz

Sentir el viento en la cara, en las piernas, sentir el aire ventilando tus pulmones, sentir la tierra bajo tus pies, la gravilla crujiendo con cada paso, con cada zancada... Sentir el agua mojar tus labios tras recorrer un camino sediento, sentir su frescura en tu cara acalorada... Sentir el frío y dulce tacto de un césped de atardecer. Sentirte libre, sentirte fresco, sentirte nuevo por dentro. Son las maravillas que tiene salir a dar una vuelta, a correr para despejarse. Aunque no hay que sobrevalorar las pequeñas cosas, está bien darles importancia y ayudarnos en ellas. Un paseo por el parque más cercano a tu casa, como yo esta tarde, la imagen es del parque de mi barrio... Un poco de ejercicio para despejarse después de un duro día... No hay nada mejor.

End of game

Él miró hacia el infinito y luego a sus manos, "todo lo que necesito es lo que tengo", luego apareció una lágrima de felicidad en su rostro. 

Ella miró al mundo desmoronándose, "¿Es este el final del ayer?". "Dios, espero que sí", fue todo lo que dijo él.

La "dependencia" no es tan mala

No es malo depender de la gente para ser feliz. Somos animales sociales, no vengáis a cambiar miles de años de evolución por una moda individualista. Que puedas hacer las cosas por tu cuenta no implica que no puedas hacerlo rodeado de gente que te ayude. El depender de la gente no implica que sin ellos no puedas hacer nada, implica que gracias a ellos puedes hacer más y mejor. La gente por desgracia tiende últimamente al individualismo, al "primero yo, segundo yo y tercero yo". Es muy triste que hoy en día las relaciones personales (ya sea amistad o cualquier otra cosa) son más un clinex de usar y tirar que una meta en la vida. Lo siento pero yo seguiré pensando que un amigo sincero, un amigo auténtico, es mucho mejor que cualquier otra cosa que puedas desear. 

Hay gente que dicen ser amigos, pero que a la mínima que hay que demostrar esa amistad de la que tanto alardean desaparecen. Piden algo, lo obtienen y se van. Pues bien, allá ellos, siempre he pensado que esas personas acabarán bien solas. Es verdad que hay gente así, pero también los hay que demuestran su amistad de verdad, personas que establecen relaciones con otras de forma sincera y que están ahí siempre para demostrarlo. Si la vida me ha enseñado algo es a usar cual clinex a los amigos falsos una vez han demostrado lo que son, darle a personas que no se merecen nada lo que justamente se merecen, nuestra indiferencia, y a darle a esas personas que si han demostrado merecerse nuestro aprecio, respeto y amor lo mismo.

No pretendáis ser individuos asociales, porque acabaréis solísimos y tristes, dejad que las personas que se lo merezcan se os acerquen y disfrutad de esa sensación tan estupenda que es el sentirse querido, respetado y apreciado por alguien.

A fin de cuentas, es lo que hay

La vida en porcentaje podría resumirse en un 10% lo que haces y un 90% cómo te tomas las cosas, como diría Irving Berlin. Una frase que resume aún mejor lo que considero que debe ser una actitud frente a la vida es que ser feliz no es tener una vida perfecta, sino asumir que la vida vale la pena vivirla a pesar de todas las dificultades. Sé que a veces parece que, por lo que escribo, estoy todo el día triste pero nada mucho más lejos, de hecho cualquiera que me conoce en persona sabe que soy una persona animada y alegre. Tengo que reconocer que uso este blog para desahogar la carga que supone ir día a día con una sonrisa porque, reconozcámoslo, no es el camino fácil. Ir día tras día con una sonrisa en la cara, con el buen ánimo subido, animado a todas partes y, en definitiva, alegre, no es nada sencillo, y menos cuando tienes problemas encima, o simplemente penas que te abruman. Pero precisamente porque no es el camino sencillo vale aún más la pena. Mi mente me pide que esté mal, que este decaído, que eche de menos cosas, que no se me vea la sonrisa, pero mi cuerpo y mi yo interior me piden que esté animado, que eche de menos pero con una sonrisa en la cara, que recuerde con nostalgia pero no de la que te hace llorar, sino de la que te hace sacar una sonrisa por los buenos momentos y una mueca burlona que diga "qué tonto fuiste" por los malos.

Que todos podemos tener un mal día, una mala semana, un mal mes o una mala época es algo que todos aceptamos por descontado. Que nuestra actitud frente a ese problema sea de una forma u otra es lo que nos hace ser lo que somos. Podemos hundirnos en la pena y en la autocompasión, quejarnos sin parar, rondar un tema en nuestra cabeza día y noche hasta que nos volvamos locos, o podemos sonreír, quedar con nuestros amigos, divertirnos, alegrarnos por las cosas buenas que aún nos quedan que, aunque a veces cueste pensarlo, son más de las que creemos, y seguir adelante. 

A fin de cuentas nosotros decidimos cómo vivir nuestra vida, como decía el cuento del hombre sabio. Nada nos domina, no hay una fuerza superior que haya escrito en algún libro adimensional (ya que, que se sepa, no se ha encontrado ningún libro así, ¿no?) que diga qué nos va a pasar, cuando y cómo. Somos nosotros los que, con nuestras decisiones, forjamos nuestro día a día, nuestro día de mañana y somos nosotros los que, en base a nuestro pasado y a lo que hemos vivido, debemos tomar nota para el futuro y seguir adelante. Porque el pasado es pasado, nunca volverá, pero podemos sacarle partido y aprender muchísimas cosas. Vivid la vida a vuestra manera, siendo libres, pero respetando la libertad de los demás también. Hay una frase que siempre me gusta decir y es que mi libertad termina donde empieza la de los demás. Apoyaos en esa gente que os rodea y os quiere, y quereros a vosotros mismos, aprende a aceptarte tal y como eres, con tus fallos y tus virtudes, aprende de los fallos para corregirlos y potencia tus virtudes para sentirte bien contigo mismo, porque, si lográis eso, todo lo demás vendrá solo. 

Así de simple

Pues bien, será la primera vez que cuente algo personal de una forma tan directa creo, pero resulta que ella al leer mi última entrada (la cual leyó sin que yo se la pasase) se enfadó, diciéndome que no era nadie para hablar así de ella, que decía cosas muy feas, que parecía ella la mala. Parece que no sabe distinguir una reflexión de una acusación. Creo que está más que claro que en mi última entrada no digo nada directo sobre ella, de todos modos es tan simple como que si de verdad pensara que no llevo razón, ¿cómo pudo leerlo entero sin subirse por las parades? Se siente ofendida por reflexiones que tratan sobre mi concepto de amor, relación, superación de problemas... De todos modos no importa ahora que me he ido, porque no aprendió nada en absoluto. Y si piensa que estoy equivocado es que esto nunca significó nada para ella.

Mi momento

Puede que se trate de encontrar las cosas pequeñas que te hacen aguantar el día a día, ya sea el apoyo de alguien cercano a ti, ser desinteresado de cuando en cuando, o permitir que te sientas abrumado por la carga que llevas, aunque sólo sea un momento, para sentir y enfrentarte cara a cara a aquello que te hace avanzar más lento. No lo sé. Supongo que al final se trata de sobrevivir de la forma que puedas. Es gracioso ver cómo nuestras percepciones pueden estar equivocadas, como cuando estás buscando un lugar donde encajar, y no te das cuenta de que has estado ahí todo el tiempo. Últimamente he pensado mucho en lo que me depara la vida, en si merecería la pena arriesgarse de nuevo o no... En el fondo sólo se trata de superar tus temores porque, a decir verdad, cada vez que aceptas un gran riesgo en tu vida, acabe como acabe, acabarás alegrándote de haberlo aceptado, ya que acabarás aprendiendo muchas cosas.

Creo que uno de los sentimientos más universales es la soledad. Uno nunca podría saberlo, pero seguro que habrá miles de personas sintiéndose exactamente igual que nosotros. Quizás porque te sientes completamente abandonado, quizás porque te diste cuenta de que no eras tan autosuficiente como creías, quizás porque debiste afrontar un problema de forma distinta, o quizás porque no eres tan bueno como creíste que eras. Sea como sea, cuando llegas a tocar fondo tienes dos opciones: puedes sumirte en la autocompasión o puedes tragártelo, es tu decisión.

Las relaciones no funcionan como lo hacen en las películas, en las que son felices para siempre y comen perdices... Por favor. Nueve de cada diez relaciones terminan porque no estaban hechos para estar juntos desde el principio, y la mitad de los que se casan acaban divorciados de todos modos... Pero aún con todo sí, resulta que sí creo que el amor va sobre regalar bombones y hacer detalles con ilusión. Podéis llamarme ingenuo o iluso, no me importa, porque sí, creo en él. El punto de todo esto es que las parejas que de verdad sí son adecuadas el uno para el otro tienen que atravesar la misma mierda que todas las demás. La gran diferencia es que estas no permiten que eso les afecte, una de esas dos personas se pondrá de pié y luchará por esa relación cada vez que pase algo malo, y si es lo correcto y tienen mucha suerte, uno de los dos tendrá que decir algo al respecto. Todas las relaciones exigen su dedicación, ya sea con un sencillo gesto o con una oportunidad de retomar las cosas... En definitiva, cuando alguien te importa de verdad, no te cuesta nada hacer ese sacrificio.

No suele gustarme pensar en el futuro, afrontémoslo, no podemos predecir lo que va a pasar, pero a veces lo que no esperabas es lo que querías de verdad... Puede que lo mejor sea no imaginar a donde vas y disfrutar de donde estás. Tampoco creo en el destino, creo que tenemos más control del que nosotros mismos creemos y que cada acción tiene su reacción. Y, aunque parte de nuestras vidas esté sujeta al azar, no puedes evitar mirar hacia atrás y pensar... "¿Y si las cosas hubieran sido de otro modo?". Los cambios dan miedo, pero son inevitables. Depende de nosotros sacarles partido, porque las oportunidades no van a caernos del cielo. Aunque es cierto que cuando eres tú el que sale perjudicado te preguntas "¿de verdad valió la pena?". Siempre he dicho lo mismo, al menos te llevarás la experiencia, no puedes cambiar lo que ha pasado, lo único que hay que hacer es seguir adelante y enfrentarse a ello.

Cuando haces lo que te hace feliz las cosas suelen salir bien... Supongo que la única respuesta a todo esto es que no hay respuesta fácil, simplemente tienes que arriesgarte o no.

Hace tiempo podía soportarlo todo

El viento amainó, el mundo entero dejó de moverse. Ahora está todo tan tranquilo que el latido de su corazón se convirtió en un boom. Cerramos los ojos durante un instante, quizás dos. Ella me pregunto "¿por qué?", yo le dije "No se el por qué, solo sé que debes continuar tú sola, porque yo no seguiré, y esto no es una renuncia, es dejarlo ir... Saqué lo mejor de la tristeza, intente lidiar con este descontento pero ya he tenido suficiente, te dejo ir...Simplemente lo dejo ir"

Vista al futuro

Quizás el truco está en dejar de usar el presente como taller de reparaciones del pasado y empezar a usarlo como fábrica para construir el futuro. Quizás el punto de todo esto sea dejar de lamentarnos por lo que no fue y empezar a pensar en lo que podría ser. De ilusiones se vive, dicen algunos. Lo peor es que no están equivocados. ¿Qué es la vida sino ilusiones que vamos creando e intentamos cumplir? Puede que ciertas cosas salgan mal, algunos proyectos no salgan adelante, pero si no lo intentamos, si no dejamos de pensar en lo que salió mal y empezamos a pensar en lo que puede salir bien no tendremos nada con lo que ser felices en un futuro. 

El pasado es pasado por algo, se llama así porque sucedió, tuvo su principio y tuvo su fin, el presente es lo que no tiene fin, lo que vivimos día a día. Quizás el truco de todo esto esté en dejar de lamentarse por todo lo que no pasó y quizás no pase y empezar a alegrarse por todo lo que podrá pasar.

Colapso

Oyó el sonido de algo que se desgarraba. Se llevó la mano al pecho del susto. Miró por la habitación, las cortinas, las sabanas... Todo estaba bien. Separó las del pecho y las miró.... estaban cubiertas de sangre, era su corazón...

Dile

Dile que no se vaya, que no puedo soportarlo. Dile que algo se hiela en mi mente si ella no está aquí. Dile que no llore, que tan sólo me asusté, dile que estaré a su lado...Todo lo que tiene que hacer es llamarme. Dile que la suerte está echada, que bebí demasiado y grité, dile que algo en mi corazón la necesita más que los payasos a la risa de la gente. 

Dile qué salió mal, que a veces pienso demasiado pero no digo nada. Y dile que desde este acantilado ya me siento preparado para saltar... Dile que no se vaya, que no puedo soportarlo. No le digas nada si no es esto, dile que me muero por besarla...

Dile que algo en mi mente se hiela si ella no está aquí.

Ahora

No teníamos nada, pero nos teníamos... Ahora que lo tenemos todo, nos sentimos incompletos, nos sentimos vacíos...

El universo

Viendo un capítulo de cómo conocí a vuestra madre me ha llegado una reflexión... Hoy estoy más reflexivo que de costumbre. El caso es que Ted le decía esto a Robin:

"Quizás es tonto esperar señales del universo. Quiero decir, quizás el universo tendrá mejores cosas que hacer. Dios mío, espero que las tenga. ¿Sabes cuantas señales del universo he seguido a la hora de decidir si estar o no con alguien? ¿Y a donde me ha llevado? Tal vez no hay señales, tal vez un medallón es un medallón, una silla tan sólo una silla. Tal vez no tengamos que darle sentido a cada pequeña cosa que pasa. Tal vez no necesitemos al universo para decirnos que es lo que queremos o necesitamos. Tal vez nosotros ya lo sabemos, muy en el fondo..."

Y es que, a veces, nos pasamos la vida esperando una señal, algo que nos diga qué hacer, alguna idea fugaz que venga a nuestra mente de forma milagrosa. A veces queremos darle sentido a las cosas, queremos darle sentido a lo que nos pasa. Algunos piensan que Dios interviene, que todo pasa porque Dios así quiere. Otros, sin embargo, piensan que el universo media aquí, que las cosas que pasan suceden porque una fuerza parecida a Dios pero con distinto nombre así lo ha querido, pero, como dice Ted, quizás las cosas tan sólo pasan, sin significado alguno, quizás nuestra duda interior nos mueve a buscar esa señal que nos aclare, pero por dentro, mucho más profundo que nuestra duda interior, es donde realmente está la respuesta...

Adelante

No podemos aferrarnos al pasado, porque no importa la fuerza con la que intentes retenerlo... Ya se ha ido

El final del camino

Como iréis oyendo poco a poco, ha muerto Constantino Romero... En España fue él quien le dio voz a Mufasa, Darth Vader y otros personajes famosos legendarios que sin su voz no habrían llegado tanto. Ha muerto a los 65 años de edad y, siendo tan joven, me vienen muchas cosas a la cabeza.

No sé como la gente planteará su vida, solo sé que, por desgracia, este mundo es muy egoísta a veces, que la gente suele ir a lo suyo sin preocuparse por los demás, lo cual me entristece bastante. Y en este día sólo se me ocurre pensar que la vida dará muchas vueltas, y que para mí existe un equilibrio en el universo que acaba poniendo a las personas en su sitio, aunque ya estén muertas, al dictador como asesino, al inventor hereje como genio, pero centrándonos en personas más corrientes, siempre pienso que las malas acciones tienen su repercusión, al igual que las buenas, y que cuando lleguemos al final del camino se nos recordará por nuestras acciones, ya sea nuestros hijos, nuestros amigos, nuestros nietos... Y que cuando hablen de nosotros dirán "fue una persona ...", y lo que va en puntos suspensivos se rellena con nuestras acciones, buenas o malas. 

Sólo de nosotros depende elegir cómo queremos vivir y cómo queremos ser recordados, pero sobre todo, de nosotros depende alcanzar la paz y la satisfacción personal con nosotros mismos, llegar al final de todo y poder decir "lo hice bien...".

No esperes

Nos pasamos la vida esperando a que algo pase, y no nos damos cuenta de que lo que pasa es la vida.

Si dios existiera...

Creo que por las cosas que escribo y demás va quedando claro que no soy muy creyente que digamos. Como ya dije alguna vez, en cierto modo me da hasta pena, ya que los creyentes se refugian en Dios para evadirse de sus problemas. Mis problemas seguirán estando aquí por más que le ruegue a Dios, será que a mí nunca me escucha, o que no existe... Pero si Dios existiera le pediría muchas cosas.

Suelo ser una persona desinteresada, me gusta hacer sentir bien a los demás aunque ello conlleve hacer algún sacrificio pequeño, pero si Dios existiera, por una vez en mi vida, sería egoísta, porque, si Dios existiera, le pediría que la cuide, que la ayude, que pase este mal trago que ambos estamos pasando, que sea todo lo feliz que se merece, que vuelva a sonreír, que encuentre ese alguien que de verdad le haga feliz, que se olvide de mí, que sólo recuerde lo bueno pero que olvide los sentimientos, porque no soporto verla mal... Y digo esto porque la he visto mal. A veces quiero pensar que la vida nos volverá a juntar, que, como dice un buen amigo, cuando dos personas tienen algo pendiente la vida los hace coincidir, y ella y yo tenemos muchas cosas pendientes, le debo buenos momentos, le debo sonrisas, le debo cariño, le debo comprensión, le debo felicidad...

Pero cuando pienso esto también pienso que, quizás, si la vida nos juntase de nuevo en un futuro, ciertas cosas acabarían volviendo... Me gustaría pensar que el fallo de nuestra relación fue que no era el momento adecuado, pero que el momento adecuado podría venir, pero quizás me esté engañando a mí mismo y no hay momento idóneo para nosotros, simplemente no estamos hechos para estar juntos. 

Por todo esto, si Dios existiera le pediría que la ayudase y que la cuidase bien. Sólo espero que todo mejore, que ella sea feliz de verdad y que guarde todo esto como un bonito recuerdo de un chaval que la quiso como nadie, pero que no supo comprenderla.

Sobrevivir

La vida para ti ha sido menos que amable... Pues coge un número y ponte a la cola, porque todos hemos sido perdonados alguna vez, a todos nos han hecho daño, pero el cómo sobrevivamos es lo que nos hacer ser lo que somos.

Sonrisas en días soleados, un mundo perfecto resumido en un día perfecto. Todo sale a pedir de boca y nunca te has sentido así de bien. Pero la vida no es así, siempre habrá problemas que afrontar. "Supera los obstáculos", debieron decirnos alguna vez, pero esa fue una conversación de la que a penas tomamos nota en su momento, así que simplemente brinda por esos fallos, aplaza un poco el aprender de ellos, disfruta el momento en el que te reencuentras contigo mismo, porque habrá pocos momentos así en tu vida, y después aprende y aprende y aprende, evoluciona como persona, no te quedes estancado en un pasado que da vueltas sobre sí mismo y que te va tragando poco a poco. 

Has intentado lidiar con la infelicidad, pero ya has tenido bastante. Sal del agujero, mira al mundo, sé tu mismo, atrévete a ser feliz y, sobre todo, se dueño de ti, se dueño de tus actos, se dueño de tus pensamientos, se dueño de tus sentimientos, que nadie jamás te los quite y acéptalos, aprende a ser feliz con ellos porque son ellos los que realmente no te abandonarán a lo largo de tu vida.

El sabio y la vida

Esto es un cuento de esos cuya moraleja ayuda a ver la vida de un modo diferente. Dice así:

Hace tiempo, un hombre tenía una familia. Su familia constaba de 3 miembros, él y sus dos hijas, puesto que la madre murió de una enfermedad cuando las niñas eran chicas. Cuando crecieron un poco, la curiosidad por lo que les rodeaba inundó a estas niñas, y preguntaban al padre constantemente por ellas. El padre respondía como podía, intentando hacer felices a las chiquillas, las cuales llegaban y decían muy nerviosas "¡papá, papá!" e inmediatamente hacían la pregunta.

Llegó un momento en el que los conocimientos del padre no eran suficientes, y él, al ver que no podría hacer felices a sus hijas, decidió enviarlas con un hombre sabio para que vivieran con él.

Cuando las niñas ya estuvieron con este hombre sabio, su sed de conocimiento seguía insaciada. Ambas jóvenes se dirigían hacia el hombre a la vez, sonrientes, y le decían "¡maestro, maestro!", y el maestro, muy tranquilamente y sonriente, siempre les daba la respuesta correcta.

Las niñas se divertían, querían averiguar algo que el maestro no supiera, y siempre iban con una pregunta, a la que el maestro, muy tranquilamente y sonriente, siempre les daba la respuesta correcta.

Un día, una de las niñas se acercó muy nerviosa a la otra y le dijo: "hermana, tengo una pregunta que el maestro no podrá adivinar. Tengo una mariposa entre mis manos, tenemos que ir al maestro y preguntarle si está viva o muerta. Si nos dice que esta viva sólo tengo que cerrar más las manos para asfixiarla, y si nos dice que está muerta abro las manos y saldrá volando". La hermana, muy excitada por la idea, fue con ella a ver al maestro. Cuando estuvieron delante de este, preguntaron muy alegremente "¡maestro, maestro! Tengo una mariposa en mis manos, ¿está viva o muerta?"

El maestro se quedó mirándolas, muy tranquilo y sonriente, y les contestó "tú sabras, está en tus manos".

Lo que quiero decir con esta historia es que la felicidad, al igual que la mariposa, está en nuestras manos, y que nosotros somos los únicos que podemos decidir si asfixiarla o dejarla libre y que nos inunde.

¿Supervivencia de la especie?

En cierto modo me gustaría pensar y encontrar el momento en el que el ser humano perdió la cabeza, en el momento en el que a alguien le dio por matar a gente inocente, en el que alguien le dio por adueñarse de todo el dinero y dejar que otros se murieran de hambre, en cómo esta forma de actuar se extendió, hallar una solución y ponerla en práctica aunque sólo fuese para mí.

Pero entonces me doy cuenta de que el ser humano siempre ha sido así, y que no hay solución posible, o que quizás la haya, pero que casi nadie tomaría conciencia de ella. Es muy triste...