Mi duelo

Supongo que este es mi tiempo de duelo, el tiempo de estar triste, echar de menos ciertas cosas... Aun así tengo buen ánimo, creo que porque me lo esperaba en parte, quizás porque ya estaba hecho a la idea, o porque sé que es lo mejor. Me consuelo con el pensamiento de que quizás la vida nos vuelva a juntar en otro momento más idóneo. Ahora es momento de replantarse ciertas cosas, aprender de los errores, pero también de los aciertos, y siempre con buen ánimo. 

Estar triste por dentro no significa que no puedas animarte y que todo tenga que estar mal, simplemente te sientes triste, más apagado, pero si no enfrentas la vida con buen ánimo y buena predisposición estamos perdiendo el tiempo. Como dice una canción: "Todavía hay mañana, así que olvida las penas", sobre todo si a nuestro alrededor tenemos algo maravilloso llamado amigos, amigos de verdad que están en las duras y las maduras y que se dejan la crisma por verte alegre. En mi caso me siento mal a veces, suelo ser un chaval alegre y que mis amigos me vean triste y apagado sé que les puede suponer un palo, pero en seguida veo cómo me animan y sólo puedo sonreír, sonreír de la alegría que me da saber que esas personas están siempre.

Todavía soy joven, queda mucha vida por delante, muchas personas que vendrán, se irán, se quedarán o me abandonarán a secas, pero con tantos años por delante sólo me queda ser optimista y estar impaciente por ver qué me deparará la vida.

Las grandes historias nunca terminan

"Las grandes historias nunca terminan; cada uno de nosotros debe coger el relevo de la narración...

Pero, ¿cómo se retoma el hilo de toda una vida? Cómo seguir adelante cuando en tu corazón empiezas a entender que no hay regreso posible, que hay cosas que el tiempo no puede enmendar, aquellas que hieren muy dentro y que te dejan cicatriz..."

Frodo, El señor de los anillos.

Fin de ciclo

Todo es difícil en esta vida. Dejarlo con alguien no es simple... ¡Claro que la voy a echar de menos! ¡Claro que echaré de menos su sonrisa, su cara de inocencia cuando estábamos tumbados abrazados, su nariz redonda y chica, la alegría que desprendía todos los días y que me llenaba por dentro! Pero el problema es que esa es la persona de la que yo me enamoré, no la persona con la que estoy conviviendo actualmente. Ella no es la de antes, da igual a quien culpar porque el resultado no va a cambiar: Nada es como antes.

Obviamente las relaciones evolucionan, cambian, se asientan, la fogosidad del principio se pierde... Pero de ahí a perder la ilusión y las ganas hay un escalón muy grande... Y yo lo he bajado. No es que todo esté perdido, quizás algún día la vida nos vuelva a juntar, cuando hayamos madurado y cambiado las cosas que hacen falta, pero hasta que llegue ese momento, si es que llega, seré feliz, viviré la vida, cambiaré y evolucionaré, pero siempre con una sonrisa en la cara y siempre con ganas de vivir día tras día, porque sino la vida no tiene sentido.

Mi calma

¿Mi chica ideal? Será quien sea capaz de aportarme la calma que aplaque la tempestad que hay continuamente en mí.

Sólo tu decides cuando

Piensas que todo está mal... Te preguntas cómo continuar. Pues hazlo día a día, tan sólo aguanta, porque los problemas solo se superan luchando contra ellos todos los días, pero sobre todo enfrentándolos con buen ánimo. Quizás suene un poco intolerante o vete tú a saber, pero no soporto a esa clase de personas que se hunden con lo primero que pasa, o se hunden con cualquier cosa. Hay problemas que pueden tumbarte es verdad, y debes guardar un tiempo de duelo, que no es más que darte tiempo a ti mismo para asimilarlo y superarlo, pero cuando ese tiempo de duelo se convierte en tu día a día estamos hablando de obsesión.

Por poner un ejemplo simple: cuando la gente dice "ais, es que yo sin él/ella ya no se vivir" y se encierran en ese pensamiento durante días, semanas y meses... En serio, esa actitud es la que hay que evitar. Todos necesitamos tiempo para asimilar las cosas, yo también he tenido mis malos momentos, pero guardas tu tiempo de duelo y una vez superado empiezas tu vida de nuevo. No puedes llevarte semanas encerrado en ese pensamiento, estoy harto de decirlo, la vida es demasiado corta y única como para desperdiciarla estando mal, triste, decaído y obsesionado por una cosa que ya se debería considerar pasado.

Y digo esto porque casualmente  estoy viviendo una mala época conjunta, tanto yo como varios amigos lo hemos dejado con nuestras parejas, pero yo estoy animado y hay algunos que no. Hoy he llegado a la facultad animadísimo y mi amigo me ha dicho que "hay que ver cómo se contagia tu entusiasmo", a lo que respondí: "lo que no sé es cómo tu sigues así cuando lo dejaste antes que yo, tienes que superarlo ya, ya ha pasado todo, asume tus errores, aprende de ellos y de tus aciertos y sigue adelante, pasa página y deja de estar encerrado en el pensamiento de ella". Parece ser que surtió efecto, porque estuvo más animado el resto del día, lo que me pregunto es cómo la gente no se da cuenta de estas cosas, será que es natural en mí esta actitud pero joder, me da hasta rabia que alguien desperdicie su vida y su tiempo, con lo valiosas que son, por un sentimiento que no arregla nada. 

La mente es dominable, se domina a través de la fuerza de voluntad, no va a pasar algo hasta que no tú no decidas que pase. No estarás bien y feliz hasta que tú no decidas estarlo. Hasta ese entonces tus amigos, tus seres queridos lo estarán pasando mal por verte triste, al menos si no lo haces por ti, hazlo por ellos.

Sonríe, que la vida es demasiado corta para vivirla triste. Como diría Charles Chaplin "un día sin risas es un día perdido"

My Savior

Me mata no saber esto, pero he hecho de todo menos olvidar de qué color eran sus ojos y sus cicatrices, o como se las hizo. Mientras llueven los reveladores signos de la edad, una sola lágrima está cayendo a través de una cara que envejece y ha sido olvidada por este mundo. No hay reconciliación que pueda ponerme en mi sitio y no hay mas tiempo que el presente para beber estos segundos que se agotan.

Pero rara vez estas palabras suenan verdaderas cuando te estoy fallando constantemente, como muros a través de los cuales no podemos abrirnos paso hasta que desaparezcamos. Así que dime ahora, si esto no es amor, ¿entonces como escapamos? Porque yo no lo sé... Y fue cuando ella dijo "No te odio, tan sólo quiero salvarte, si es que queda algo que salvar", y fue cuando le contesté "te quiero, pero no soy la respuesta a las preguntas que aún tienes"

Pero el día avanzó con un peso aplastante, para el que ningún hombre está preparado, como recuerdos de días agónicos que nos ensordecen como huracanes. Bañados en llamas sostuvimos la marca, abiertos los dedos de la mano, clavados en la carne cual arena, ¿lo entiendes ahora?

No queda nada que decir, pero queda tanto que no se... Nunca tuvimos una oportunidad, y es que este mundo es tan ruidoso que me sobrepasa una vez más... No te odio... Pero dime, si esto no es amor, ¿como escapamos? Porque yo no lo sé...

Mi fe

No sé a estas alturas qué podríais pensar de mí a cerca de la fe, la verdad es que ni yo mismo lo sé, sólo sé que en cierto modo envidio a las personas capaces de creer en un ser supremo que vela por nuestras vidas. Y tengo envidia porque esas personas se refugian en ese ser, creen que ese ser les protegerá, que cuidará de ellos y que les hará bien. Es una buena forma de aislarse de los problemas y seguir siendo felices, simplemente confías en que "algo" los solucionará por ti y no te enfrentas a ellos. Para mí la fe no existe, es decir, no confío mi destino en ese gran ser; el porqué es muy simple: si quieres algo hazlo tú mismo. Lo siento pero soy incapaz de creer en un ser supremo bueno que permite la gran cantidad de desgracias que hay día tras día, y aquí es cuando la gente dice que "los caminos del señor son inexpugnables" y que "si algo pasa, bueno o malo, tiene su motivo, dios no permite cosas malas porque sí" (en este momento sonrío hacia dentro, porque reirme en la cara de estas personas sería irrespetuoso). No sé hasta qué punto están en lo cierto, pero sinceramente, ese ser tan bueno y tan omnipotente creo que no lo es tanto. 

Quizás ese sea el motivo por el que no puedo creer en él, por eso y porque siempre he creído que si quieres resolver algún problema, sea con alguien o contigo mismo, debes actuar tú, y no dejar que otros actúen por ti, y mucho menos debes aislarte del problema, porque por mucho que nos encerremos en nuestras burbujitas, cuando salimos de ellas los problemas siguen ahí, y ni Dios, ni Alá, ni Yahvé, ni Buda habrán intervenido para solucionarlos. ¿Milagros? Bueno, hay eventos producidos por un cúmulo de casualidades, pero es bonito decir milagro. Es curioso cómo atribuimos los sucesos buenos a obras de estos seres divinos y cómo los malos no, cuando realmente si estos seres fuesen tan bondadosos y perfectos no los permitirían. Sé que no es la entrada más profunda que haya podido escribir, estoy escribiendo las cosas sin adornos gramaticales, tal y como se me pasan por la cabeza. Este tema me toca tanto las narices que sólo puedo escribir sobre él exactamente como sale de mi ser más profundo. 

Supongo que algún día que me encuentre mucho más cabreado al respecto escribiré sobre él de una manera más profunda...

Todo está perdido si no lo intentas

Soy de esas personas que piensan que hay que luchar por las cosas, que la cobardía no conduce a la felicidad. Cualquiera que lea mi blog y lea entradas más o menos antiguas podría comprobarlo. No quiero repetirme más en lo mismo, pero hoy es uno de esos días en los que me he levantado peleón por la vida, con ganas de luchar para ser feliz, con ganas de hacer frente a la adversidad para poder salir adelante, olvidar o, mejor dicho, quitarme de encima ciertos problemas, aprender de ellos y seguir con mi vida. Y para todas aquellas cosas que han ido, van o irán mal, solo puedo pensar lo mismo: Si existe una posibilidad, por pequeña que sea, merece la pena intentarlo. 

Ir de frente

No entiendo a ese tipo de personas que son incapaces de ir con la verdad por delante, que tienen la necesidad de mentir a los demás para quedar bien y así, sabiendo que los demás tienen una opinión favorable de esa persona (aunque sea a base de mentiras), sentirse bien con uno mismo. No cuesta nada decir la verdad, y menos aún cuando, pese a haber cometido tus errores, sabes que lo has hecho lo mejor que has podido. Puede que te hayas equivocado, pero tus amigos sabrán que siempre lo hiciste lo mejor que pudiste. Si tienes la necesidad de mentir es que tu conciencia no estará muy tranquila y necesitas la aprobación de los demás. 

No se que es más triste, si mentir por hacerte creer a ti mismo que lo has hecho bien, o mentir para que los demás lo crean, aunque sepas en tu interior que estás equivocado.

After all

Pues después de mucho tiempo sin aparecer por aquí vuelvo a las andadas. Qué decir, mi vida es un caos... Lo hemos dejado, pero queremos volver, aunque ella se lo está pensando. Resumiendo, es un sí, pero no, pero espera que me lo piense...

No tengo muchas esperanzas, y no sé por qué... Hará unos 4 días desde que me pidió tiempo para reflexionar sobre esa decisión, y estoy desilusionado. Quizás sea porque esperaba que por fin dejase de andar con piés de plomo y se lanzase un poco, que se dejase llevar por lo que sentía en vez de encerrarse bajo capas y capas de "y si...". Se ve que no. 

Seguramente el gran punto sobre el que ha fracasado esta relación es que ella se encierra cuando vienen problemas, se aparta en su burbujita de aislamiento a esperar a que todo pase (dicho textualmente por ella) y que yo soy incapaz de insuflarle ese valor o esa determinación para salir de ahí. Si de algún modo pienso que no estamos hechos para estar juntos es por ese detalle.

Creo que retomaré esto de nuevo, así libero mi mente. Lo peor ha pasado, estoy concienciado para lo peor, y no por nada, sino porque ahora mismo, después de casi dos semanas sin estar juntos, me siento igual de vacío que hace un mes, creo que ese detalle me hace llevarlo mucho mejor...

Ya iré poniendo más cositas bonitas, aunque no se si esto lo llegará a leer alguien alguna vez, pero es una buena forma de dejar mi conciencia y mi cabeza bien tranquilas.