sábado, 25 de mayo de 2013

Aquí sigo

Es inevitable seguir echando de menos ciertas cosas. Estar en la playa, tumbado en la arena, que llegue el atardecer y pensar en que, quizás, ella podría haber estado ahí... Pero miras hacia atrás en ese mismo día, todas esas risas con amigos de toda la vida, esas cervezas a la hora de comer mientras charlamos y reímos como siempre hemos hecho... 

Los buenos recuerdos, la nostalgia y los "qué hubiera pasado si..." son imborrables... Quizás solo hasta que llegue esa persona que lo cambie todo de nuevo, de eso no hay duda. Supongo que a fin de cuentas todo se basa en vivir el día a día, no aferrarte a todo lo que ha pasado y pensar en todo lo que está pasando, muchas cosas merecen nuestra sonrisa en esta vida, pero pocas merecen nuestras lágrimas. El hecho de ponerse algo nostálgico no es malo, te ayuda a recordar que ese sentimiento está ahí, a no autoengañarte, porque si dejas ese sentimiento de lado nunca lograrás superarlo. 

Pero sobre todo, pensar siempre que siempre se sale del pozo, que esto no es más que una misión secundaria de ese juego cuya misión principal llaman vida, y que se trata de sobrevivir y aprovechar el tiempo que tengamos para ser felices.

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