domingo, 12 de mayo de 2013

El universo

Viendo un capítulo de cómo conocí a vuestra madre me ha llegado una reflexión... Hoy estoy más reflexivo que de costumbre. El caso es que Ted le decía esto a Robin:

"Quizás es tonto esperar señales del universo. Quiero decir, quizás el universo tendrá mejores cosas que hacer. Dios mío, espero que las tenga. ¿Sabes cuantas señales del universo he seguido a la hora de decidir si estar o no con alguien? ¿Y a donde me ha llevado? Tal vez no hay señales, tal vez un medallón es un medallón, una silla tan sólo una silla. Tal vez no tengamos que darle sentido a cada pequeña cosa que pasa. Tal vez no necesitemos al universo para decirnos que es lo que queremos o necesitamos. Tal vez nosotros ya lo sabemos, muy en el fondo..."

Y es que, a veces, nos pasamos la vida esperando una señal, algo que nos diga qué hacer, alguna idea fugaz que venga a nuestra mente de forma milagrosa. A veces queremos darle sentido a las cosas, queremos darle sentido a lo que nos pasa. Algunos piensan que Dios interviene, que todo pasa porque Dios así quiere. Otros, sin embargo, piensan que el universo media aquí, que las cosas que pasan suceden porque una fuerza parecida a Dios pero con distinto nombre así lo ha querido, pero, como dice Ted, quizás las cosas tan sólo pasan, sin significado alguno, quizás nuestra duda interior nos mueve a buscar esa señal que nos aclare, pero por dentro, mucho más profundo que nuestra duda interior, es donde realmente está la respuesta...

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